Soja amarilla

La soja amarilla (o soja blanca), se caracteriza destaca por su alto contenido en peso en proteínas vegetales (con todos los aminoácidos esenciales), y en ser también especialmente rica en vitaminas (k1, folatos y tiamina), y en minerales (manganeso y fósforo, entre otros). Por ello forma parte importante en dietas vegetarianas y veganas, donde sustituye a la carne, y como una de las fuentes principales de todos estos nutrientes.

Además, la soja es muy rica en ácidos grasos insaturados, en fibra, y en algunos fitonutrientes como saponinas e isoflavonas. Estas últimas son objeto de intensa investigación, por sus potenciales beneficios como reguladoras del balance hormonal en mujeres (síntomas de la menopausia y osteoporosis). También está en estudio su papel en la prevención de determinados tumores (de próstata y de mama).

La soja amarilla se cocina, como cualquier otra legumbre, en guisos, salteados, ensaladas, cremas, etc. Con arroz, forma una buena combinación nutricional, ya que este aporta los hidratos de carbono de los que prácticamente carece la soja. Necesita un remojo previo de unas 8 horas, y se debe cocer con 4 o 5 partes de agua por cada una de soja, a fuego medio.